miércoles, 8 de septiembre de 2010

Así va la economía,así va el amor.


"Contigo pan y cebolla”, eso decía la generación de nuestros abuelos y padres, la de nuestros padres no tanto, haciendo un paralelismo entre una comida de pobres y lo que estarían dispuestos a aguantar por amor.
¿Ha cambiado mucho esta metáfora en nuestra generación o sigue siendo válida?
Bueno, más allá de la opinión personal de cada uno, aparecen los números irrefutables y perversos,¡¡ha cambiado muchísimo!!de contigo pan y cebolla va a ser que no.
Somos la generacion,nuestros padres ya empezaron a fraguar esto también, que más se divorcia, que más tarde se casa y que menos hijos tiene, la explicación es sencilla, la sociedad evoluciona y los "tipos" familiares van cambiando de modo muy rápido veces sin que lo percibamos.
¿Cuantos de nosotros puede decir que sus padres no se han separado?,pocos,muy pocos,es decir, nuestros "viejos" ya fueron unos precursores de enseñarnos, por decirlo de alguna manera, que no se acaba el mundo y que el amor que sobrevive hasta que la muerte los separe es el de padres-hijos,madres-hijos,en cambio el de pareja a medida que avanzamos está claro que es muy frágil.Pero ellos se separaban entre los 40 años en adelante, nosotros somos más feroces y a los 30 y pico, a más tardar, decidimos romper nupcias y si te ví no me acuerdo. Hay casos muy graciosos que después de muchos años de relaciones de noviazgo, deciden casarse y el matrimonio dura meses, ¡eso sí que es revolucionario hasta para mí!
La precariedad laboral tampoco ayuda mucho, siempre que hay crisis económicas las relaciones personales se vuelven más tensas, y por ende,¡¡no!!¡¡no hay más divorcios no!!,por que visto que la disolución del divorcio muchas veces supone el reparto de los bienes conyugales, el número de divorcios no se eleva necesariamente, parece broma, pero los números eso expresan.
Tenemos hijos más tarde y en menos cantidad, es evidente, las mujeres se han incorporado al mercado laboral y hoy en día en muchos hogares del mundo su ingreso económico es fundamental para el sostenimiento del nuúcleo familiar,lógico que la maternidad se alargue y el número de hijos se reduzca sí tomamos en cuenta que los pañales son bastante caritos, bromas aparte, ya no se usan chiripás, ya no se dispone de la mujer como "ama de hogar" y administradora de los recursos familiares, y porque no decirlo que era la realidad, como EDUCADORA "full time" de los hijos que correspondiese.
Antes los abuelos tenían que pasarse por casa de sus nietos para ver que tal iban creciendo su tercera generación, ahora son los hijos que se pasan por casa de sus padres para que sean los abuelos los que, muchas veces, hagan las labores de guardería y de cuidado de sus nietos, labores que los padres ambos trabajando no logran realizar.
A mi parecer también, somos una generación muy independiente y un poco egoísta, esto segundo en el mejor sentido de la palabra, quiero decir que tenemos un afán de estirar la adolescencia y el disfrute de la vida hasta muy entrados los 30 y largos, y somos un poco egoístas desde el punto que deseamos una realización personal-laboral que en el mundo competitivo y globalizado en que vivimos supone que tengamos que dedicar un esfuerzo y,fundamentalmente,mucho tiempo para lograr esa estabilidad laboral y económica que pueda redundar en elaborar un "plan de vida" más concreto y con criterio.
Para terminar, mí conclusión es:"contigo pan y cebolla, no se lo cree ni magolla"
¿Seré pesimista che?

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