lunes, 12 de julio de 2010

El día que los Flamencos se transformaron en cerdos.


Uno que lleva el fútbol en la sangre,si me hicieran un análisis genético en vez de salir letras sadrían pelotas,sabe que hay verdades universales en el fútbol que no fallan y que la gran mayoría de aficionados del mundo podríamos compartir.Por ejemplo,si a gran parte de nosotros nos preguntaran a que países asociamos con el exquisito juego y deleite técnico diríamos casi sin dudar:Brasil y Holanda.
El espectáculo de los holandeses ayer en Sudáfrica fue lamentable,bochornoso,tétrico,mas digno de una final de rugby que del maravilloso fútbol.
La historia les ha sido evasiva e injusta en lo que a títulos mundiales se refiere,para ser sincero,deberían tener ya en sus vitrinas un colofón mundial por lo menos,¡pero no el de este mundial por favor!¡hubiese sido humillante para el deporte!.Si ya tuvieron la suerte,y la estafa,de eliminar a Uruguay en semifinales con la ayuda ponderosa de los árbitros y del azar,que se hubiesen proclamado campeones del mundo jugando a dar patadas voladoras cual "Karate Kid" hubiese significado la victoria de la injusticia y del anti-deporte.
Es evidente que España es un mas que justo campéon,un juego técnico envidiable,un golero fantástico,una defensa aguerrida y goleadora,es decir,la selección mas completa que he visto en mis casi 29 años de vida,pero ayer en particular TENíA que proclamarse campeón y demostrar a los holandeses y al deporte entero que los chanchos son para el chiquero.
Ayer asistimos a un doble momento histórico del deporte mundial,España se proclamo campeona del mundo por primera vez en su historia y los flamencos se convirtieron en cerdos.(menos mal que el príncipe de holanda no se convirtió en rana,aunque se lo merece por estar casado con la hija de un asesino)

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