
Estando despiertos,ningún represor,torturador,violador y demás géneros similares castrenses,y no,del Uruguay,se imagino que podía un Tupamaro alcanzar la máxima representación del Estado en nuestro país.
Calculo,si no calculo como la segunda silaba de la palabra,que probablemente cuando algún demonio lo azotaba en sueños,o pesadillas mejor dicho,tendría forma de tupamaro y,ya en un despilfarro de imaginación por mi parte,tendría atravesada la banda presidencial y gritaría furibundamente:”¡justicia,justicia!”.Al despertar vería,que no era mas que una pesadilla repugnante,terrible,que lejos de ser una realidad era una quimerasa,(¿verdad que suena a tinte industrial?)pronta para ser eliminada por el chapusón matutino al que sometemos la cara.Luego de dicho aseo,como casi todos los humanos del mundo hacemos,sometería décimas de segundos de su vida al análisis de su rostro frente al espejo y frunciendo el ceño diría:”no...imposible...ni en pedo...es solo una pesadilla”.
Ay,ay,ay....la pesadilla se cumplió!.¡Para regocijo de muchos miles se cumplió!.La profecía de esos desalmados se convirtió en realidad,la apocalípsis de esos sarnosos se volvió un hecho,la justicia reclamada por decenios llego en forma de barbudos justicieros con la matera colgando(del lado izquierdo obvio)gritando “yankees go home”y justo en ese momento idóneo para asestar el golpe de gracia,para cumplir estrictamente el mandato católico “ojo por ojo,diente por diente”,justo ahí..... y...y....ese tupamaro y otros nos dicen que a lo mejor hay que mirar “pal costado y perdonar” para seguir adelante,por que el rencor puede hacernos,no mirar,sino vivir del pasado.
Ellos,los tupas que sobrevivieron,fueron torturados,violados,vejados,etc,pero sobrevivieron,gozan del regalo maravilloso que es la vida,que es una mañana soleada en Rocha,un atardecer en Cuchilla Alta o algo tan simple como compartir un mate con bizcochos y amigos,ellos pueden.Pero,¿como les pedimos a la familias de los que no lo lograron que perdonen?,¿como?,si la mayor redención de sus queridos que no están,y de ellos mismos,es la búsqueda estoica de la justicia.
Es muy difícil,acaso esos a los que se nos pide que tengamos la voluntad de perdón,¿acaso han pedido perdón?,¿acaso se arrepienten de sus muertos?,¿acaso no siguen pensando que sus muertos eran sucios subversivos comunistas y demás y no seres libres que defendían la libertad,la justicia y la democracia?,¿acaso no continúan pensando que obedecían órdenes y que reprimir y matar en ese momento era lo que debían hacer?.
Ejemplos de que los Tupas se han redimido ante la sociedad sobran,ahí esta el presidente de la nación meditando una “segunda ley de caducidad”,pero ejemplos del otro bando de perdón o arrepentimiento,nulos de momento.
Si hacemos un análisis rápido y frió de los represores,están entrenados militarmente para aceptar esas “bajas” como algo natural de un momento de alzamiento de la guerrilla,como algo que sucedió y que como lo han declarado en varias oportunidades,”era lo que debían hacer en ese momento”,lo repiten como loros hasta la saciedad.
Pues bien,a lo mejor en este momento lo que se debe hacer es justicia,para que de una vez por todas puedan cerrarse las heridas y mirar única y exclusivamente hacia el futuro.